sábado, 17 de octubre de 2009

Episodio 4: Fútbol per se

Estadio Centenario de Montevideo

«Damos comienzo a los noventa minutos del deporte más hermoso del mundo»
Luis Omar Tapia (relator)

Abdón Porte futbolista recordado por suicidarse en el centro de un campo de juego. El motivo del “Indio” fue que su club, el Nacional de Montevideo, le pidiera no continuar en el equipo. Sin fútbol Porte no encontró más motivos por los cuales seguir viviendo y con el estadio vacío en el círculo central del campo del Nacional tomó un revólver y se dio un tiro. El fútbol fue su pasión, la razón por la que vivía. Este hecho ha sido recordado por la afición del Nacional como el amor de un hombre por los colores de su institución.

¿Por qué fue el fútbol el motivo para quitarse la vida? ¿Qué cosa tiene un deporte para que trascienda más allá de su rol literal? El fútbol tiene eso, en este lado de Sudamérica para muchos es la vida. «Dime cómo juegas y te diré quién eres» afirma don Eduardo Galeano.

Si se piensa para practicarlo es de los deportes más sencillos y menos costosos. Se necesita una superficie plana, cuatro poleras para marcar los arcos, los jugadores y lo más importante, una pelota. Esta última a la que Diego Maradona la define como aquella que “no se mancha”.

Como todo en la vida el fútbol tiene lados ásperos, como las astillosas discusiones que pueden surgir por el cobro de un tiro penal, una posición de adelanto o la injusta expulsión de un jugador. Sin embargo, si se lo piensa, las mismas discusiones unen a los equipos en defensa de sus propios intereses; razón por la cual la unión de equipo es un oasis en el desierto dentro de los acalorados debates que pueden surgir en un campo de juego.

Y como el fútbol se disfruta tanto practicándolo como viéndolo, desde el lado de los espectadores don Mario Benedetti, en uno de sus muchos escritos alusivos a este deporte, describe esta situación: «Desde la tribuna es tan disfrutable el racimo humano de los vencedores como el drama particular de cada vencido. Por supuesto ciertos avispados espectadores siempre saben cómo hacer la jugada maestra y no acaban de explicarse, y sobre todo de explicarlo a sus vecinos, por qué este o aquel jugador no logra hacerla».

Pero sigo sin responder la pregunta de qué hace que veintidós jugadores que, en la siga de una pelota, puedan causar el amor más puro y el odio más nocivo en las personas. Debe ser la simpleza de entenderlo, el bajo costo de disfrutarlo, el detenerse y pensar que, el comprender que un gol es un gesto universal, que tanto rusos como argentinos se conmueven con la concreción de una anotación.

Hay cosas que son inexplicables con palabras y que sólo se explican por sí mismas en un sentido figurado. La alegría del fútbol es un elemento más espiritual que material. El éxito de un equipo genera la alegría de sus seguidores, eso resulta lógico pero ¿Qué más? ¿Qué beneficio te reporta que tu equipo de fútbol favorito triunfe en una competición o sólo en un partido?

Es inexplicable la alegría colectiva. Sigo con estas líneas y creo, de momento, que el fútbol es como el amor, el inexplicable amor. El que no puedas encontrar un nexo causal entre el éxito deportivo y la alegría personal de cada seguidor, es algo que se asemeja al verdadero amor. Ese que no se explica, que no sigue ninguna lógica para admitirlo como tal, que sólo nace porque así fue. Es que goles son amores...

8 comentarios:

  1. Que conste en acta.-
    Y te gustaron o no?

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  2. Sí, me gustaron. Las encontré muy originales ¿Son de las 50 pastillas?

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  5. El ser leído siempre es un agrado. Pero estás muy anónima, me gustaría saber qué es lo que piensas...

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