«fetiche.
(Del fr. fétiche).
1. m. Ídolo u objeto de culto al que se atribuye poderes sobrenaturales, especialmente entre los pueblos primitivos».
Los fetichismos son parte de mi día a día, para las personas que viven de las simplezas que nos da la literalidad, estas líneas les resultarán absurdas con fundadas razones.
Esta semana caminando por las calles de Providencia me di cuenta que no puedo tolerar pasar por debajo de los cables de soporte del tendido eléctrico. Alguna vez escuché el mito urbano el cuál decía que eso daba mala suerte. Más aún si se trata de escaleras puestas en las tiendas, que por lo general usan la mitad de la vereda, tampoco puedo pasar por debajo de ellas. Me podré arriesgar a pasar por la calle transitada arriesgando más de algún bocinazo, sin embargo, me sentiré complacido del hecho de respetar el no transitar bajo una escalera. Dicen que da mala suerte.
(Del fr. fétiche).
1. m. Ídolo u objeto de culto al que se atribuye poderes sobrenaturales, especialmente entre los pueblos primitivos».
Los fetichismos son parte de mi día a día, para las personas que viven de las simplezas que nos da la literalidad, estas líneas les resultarán absurdas con fundadas razones.
Esta semana caminando por las calles de Providencia me di cuenta que no puedo tolerar pasar por debajo de los cables de soporte del tendido eléctrico. Alguna vez escuché el mito urbano el cuál decía que eso daba mala suerte. Más aún si se trata de escaleras puestas en las tiendas, que por lo general usan la mitad de la vereda, tampoco puedo pasar por debajo de ellas. Me podré arriesgar a pasar por la calle transitada arriesgando más de algún bocinazo, sin embargo, me sentiré complacido del hecho de respetar el no transitar bajo una escalera. Dicen que da mala suerte.
Me tomo la licencia de utilizar el término situación fetichista. Estas situaciones se prolongan aún más para la celebración del año nuevo. No puedo desear un feliz año nuevo si el nuevo año no ha ocurrido hasta el momento, siempre me dijeron que era de mala suerte. Caso contrario era el hecho que la primera persona que debiese abrazar sea del sexo opuesto. Llegada la hora exacta mientras todos se abrazan para desearse un feliz año, me puedo hacer el desentendido si la persona que se aproxima es un hombre, no lo abrazaré. Tengo que cumplir, año tras año, la costumbre de abrazar a una mujer para esta festividad antes que el resto de las personas con las cuales me rodeo.
La nana de un buen amigo siempre nos decía que mascar chicle hacía mal. Te dejaba la mandíbula endeble, y apuntaba a la gente que “se le salía el cajón” fue víctima del consumo diario de chicle. Luego seguía argumentando que la composición de la goma de mascar está conformada por tripas de cerdo que “luego le ponen colorantes y con eso se forma el chicle”.
Así las mañas, costumbres buenas o malas y fetichismos siguen. Sigo creando mi propia sugestión. La última que encontré fue el último día de universidad. Hace un par de semanas esperaba el resultado de un examen. Los minutos pasaban, y tenía que estar acompañado de un cigarro para seguir la espera. Como no tenía cómo encender los cigarros, le pedí a una niña cara conocida de Viña que me prestara su encendedor, fueron unas cuatros veces las cuales solicité que me facilitara su encendedor, había que prender un cigarrillo tras otro, con el paso de los segundos la espera se hacía más intensa. Logrado el resultado recordaba su encendedor fluorescente color verde. Tenía que reconocer ese hecho ¡Ha nacido un verdadero fetiche! En ese mismo día quise ese encendedor, pues creí que me traería recuerdos después. Ese encendedor me iba a recordar que ese preciso día era un día bueno. Seguiré en busca de días buenos. Son fetichismos de un ser normal, no me malinterprete, claro.
todos tenemos fetichismos, mañas y todas esas cosas. solamente que hay gente que le da verguenza confesar.
ResponderEliminarun =*
lindooooooooooooooooooooo
C.
Sí, es verdad. Como también hay gente maniática que para estudiar tiene que poner sus cosas en una posición determinada, creo que eso ya es patológico, no sé exactamente el nombre de esa enfermedad.
ResponderEliminarSobre los fetichismos, yo creo que el único que calza con el concepto es el del encendedor. La historia termina con que me contacté con la dueña del encendedor para tenerlo. No hubo respuesta y probablemente me crea un loco. Pero son fetiches y punto.
Un beso Coté,
eso se llama ser obsesivo.
ResponderEliminarPat.
¿Quién eres Pat? Qué mal recuerdo me trae todo lo relacionado con la "Pat". Mediados del 2003, yo estaba en cuarto medio asustado porque, en ese momento, la "PAT" era la prueba de selección universitaria oficial.
ResponderEliminarSaludos Pat, quien quiera que seas.