sábado, 14 de noviembre de 2009

Episodio 7: Refranes

«Soldado que arranca, sirve para otra guerra». Un soldado que arranca es una persona temerosa que no quiere estar en la situación en la que se encuentra. O su arrepentimiento o giro vocacional fue tardío, tan extemporáneo como cambiar de parecer en el mismo campo de batalla.

Otro caso de un soldado, sería producto de una guerra injusta. Vaya a saber uno los motivos por los cuales, ese soldado se encuentra temeroso en el campo de batalla, y pretende arrancar. Este refrán es muy antojadizo e ingenuo, si una persona arranca de un lugar, lo lógico sería no verla nunca más allí. En especial si ese lugar es un campo de batalla, por lo cual el tenor literal de dicho refrán no es del todo pedagógico o aplicable en la vida cotidiana. Y menos en estados de excepción, como lo puede ser un conflicto bélico. En conclusión, un soldado que arranca de una guerra, en la mayoría de los casos, sería porque él no quiere nunca más participar de otra.

«Al que madruga Dios lo ayuda». Sólo se trata de un refrán con un oportunismo de carácter vocal. Palabras entrelazadas que suenan bien, que no esconden un trasfondo consistente con la realidad. Me pregunto si usted alguna vez ha recibido ayuda divina para levantarse de su cama, le hayan encendido el calefón, le hayan preparado el desayuno e incluso hayan planchado sus camisas; si su respuesta es afirmativa omita mis cuestionamientos al respecto.

«Las cosas caen por su propio peso». Sería indicado mirarlo desde un punto de vista metafórico. Ya que desde una mirada literal, sería una frase que no resiste un mayor tipo de análisis. Las cosas caen por su propio peso debido a la misma fuerza de gravedad que atrae a los objetos hacia el centro, en este caso el suelo.

Muchas personas he visto en un tono de sabiduría diciendo : “no te preocupes, las cosas caen por su propio peso”. Eso es lógico. Tan obvio como decir sale hacia afuera o cae para abajo.

«Al que le roba a un ladrón, cien años de perdón». Este refrán contiene magistrales errores. Es un grave error tanto por la persona quien creó dicha frase, como para el sujeto que la utiliza con motivos de enseñaza hacia sus pares. Este mensaje contiene caracteres extremadamente ambiguos, el que le roba a un ladrón, también es otro ladrón. E incluso un ladrón más astuto, debido a que tuvo la habilidad como para poder robarle a una persona que tiene un grado de experticia en el asunto, y que por consiguiente pudiese tener distintos elementos como para repeler el robo.

«Por la boca muere el pez» No siempre. Siendo literales, hay peces que mueren por la acción del hombre, para luego ser disfrutados en la hora de almuerzo. ¿Qué pasa con los políticos que hablan mucho y suman adeptos?

«Contigo, pan y cebolla» (...)

12 comentarios:

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  2. Estimada:
    Sí, escribí esto antes ¿Qué te hizo pensar eso?


    Saludos,

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  5. El tono de misterio. No sé no te quiero asustar con mi respuesta, por eso me la reservo. Derrepente es agradable que alguien lea este espacio

    ¿Me entiendes?

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  8. No entiendo mucho tu postura, pero me hace recordar mi repudio a las castañas. Cuando tenía 4 años, probé helado de castañas, no me gustó, es más me cayó mal. De ahí no comí más helado de castaña en mi vida.

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